De la gestión técnica de proyectos de I+D+i a la gestión de la INNOVACIÓN en la organización. Principales novedades de la ISO 56001 respecto a la UNE 166002
Como en cualquier otro ámbito de actividad, el marco normativo juega un papel clave para ayudar a estructurar procesos de innovación, fomentar la cultura innovadora y generar valor para la organización y sus públicos de interés, internos y externos. Si bien es cierto que la gestión de la innovación forma parte del core de cualquier agente de innovación, como es el caso de AZTERLAN, como centro especializado en investigación y desarrollo de soluciones innovadoras en el ámbito de la metalurgia, certificar nuestra actividad de innovación respecto a una norma nos permite asegurar ante nuestros públicos de interés que la forma en la que desempeñamos nuestra actividad responde a una estructura ordenada y coherente con las necesidades cambiantes del entorno y una filosofía de mejora continua a la que de forma inherente responden los sistemas de gestión.
Durante años, sin un marco regulatorio internacional dirigido a la normalización de la actividad de investigación, desarrollo e innovación, la norma española UNE 166002 de requisitos de gestión de la I+D+i ha marcado la referencia para esta actividad. A nivel internacional, si bien existían guías para la implantación de sistemas de gestión de la innovación (en las que se basó la última versión de la norma UNE 166002), no eran certificables.
La publicación en septiembre de 2024 de la nueva ISO 56001 Requisitos del sistema de gestión de la innovación (y su posterior traducción en noviembre de 2024 a la UNE-EN ISO 56001) anula la UNE 166002:2021, ofreciendo un marco internacional y, con ello, un mayor reconocimiento de la certificación de los sistemas de gestión de la innovación. Esta nueva norma pertenece a la familia ISO 56000, es decir, se alinea con la estructura de alto nivel, común a otros sistemas de gestión ISO.
Como se intuye desde el nombre mismo de la norma, aludiendo a la innovación en lugar de a la I+D+i, la filosofía de la nueva ISO 56001:2024 tiene un enfoque más estratégico y amplio. Así, mientras la UNE 166002:2021 se centra en la gestión de proyectos de I+D+i, la ISO 56001 adopta un enfoque más organizacional, considerando la innovación como un proceso integral y aplicable a cualquier tipo de organización.
¿Cómo adaptar el sistema de gestión para cumplir con la nueva norma ISO 56001:2024?
Cualquier organización que cuente con un sistema estructurado para cumplir con la UNE 166002:2021 no se verá obligada a introducir cambios significativos en su sistema para adaptarse a la ISO 56001:2024 por ser la primera más minuciosa en cuanto a requisitos de la actividad de innovación.
Estas son algunas de las principales novedades de la norma ISO 56001:
- En la documentación de la comprensión de la organización y su contexto se deben determinar las partes interesadas actuales y potenciales, así como sus necesidades, expectativas y requisitos relevantes tanto actuales como previstos.
- Se debe determinar también si el cambio climático es un factor relevante para la organización y las áreas de oportunidad con potencial para crear valor a la organización.
- Parte de las responsabilidades que se atribuían a la UGIDi (Unidad de Gestión de la I+D+i), ahora se asignan a personas con la responsabilidad y autoridad dentro de la organización para asegurarse que el sistema de gestión de la innovación es conforme a la norma, informar a la alta dirección sobre el desempeño del sistema de gestión de la innovación y oportunidades de mejora, gestionar los elementos del sistema de gestión incluidas las estructuras organizacionales, la colaboración, los portafolios, iniciativas y procesos de innovación y sobre la toma de decisiones a todos los niveles.
- Portafolios de innovación/iniciativas: Hay que establecer, implementar y mantener portafolios de iniciativas de innovación (uno o más) que estén alineados con la estrategia y los objetivos de innovación, que incluyan criterios definidos para evaluar, mejorar y priorizar el portafolio y sus iniciativas y que consideren la innovación.
- Asegurarse de que se disponen de indicadores de iniciativas de innovación y de procesos de innovación.
- Desaparece, como tal, el proceso de vigilancia e inteligencia estratégica, si bien se indica que la organización deberá determinar y proporcionar las herramientas y métodos necesarios para la implementación efectiva del sistema de gestión de la innovación.
- Determinar, proporcionar y hacer seguimiento a los recursos financieros necesarios para la implantación efectiva del sistema de gestión de la innovación: riesgos y oportunidades financieros, establecer criterios de financiación para actividades y cartera de innovación, asignación y protección de recursos financieros.
En resumen, podemos concluir que, desde un punto de vista de gestión, esta nueva norma puede suponer una visión más amplia de la gestión de la innovación. Promueve una gestión sistémica de la innovación a nivel organizacional, considerando la creación y distribución de valor como objetivo fundamental. Por ello, destacan la importancia de la cultura corporativa y el liderazgo estratégico respecto a la innovación y la toma de conciencia del personal de la organización respecto a la innovación como motores del proceso innovador y generación de valor.
